Siempre nos podemos encontrar las dudas sobre la calidad de los cavas, espumantes o champagnes y como reconocerlos.
Más
allá de sus marcas y sus bonitas etiquetas, son las burbujas quienes
delatan la calidad de estos productos. Todos las tienen, que son la
esencia de su atractivo. Eso sí, advierten los entendidos, desde una
perspectiva visual, el gas no indica nada fiable.
Las burbujas
deben juzgarse con dos criterios: tamaño y tiempo.... mejor cuanto más
pequeñas sean, más regulares y más duren en la boca.
Los no tan buenos son agresivamente burbujeantes y las burbujas, aparentemente grandes, desaparecen con rapidez.
Los
mejores poseen una espuma de burbujas pequeñas, fina y cremosa, y
siguen refrescando y despertando interés durante todo el tiempo que se
mantienen en la boca...
Espero que la lectura haya sido de vuestro agrado.