La copa
Debe tener la altura
suficiente para poder observar el ascenso de las burbujas y la anchura
que permita la concentración de los aromas y la explosión del gusto. Las
mas adecuadas son las de tipo "flauta" de estilo veneciano, aunque
también son apropiadas las de tipo "tulipán", por supuesto de vidrio y
no talladas.
La temperatura
Debe
servirse fresco, pero no helado, entre 6 y 8ºC. Debe evitarse la
estancia prolongada del cava en el frigorífico para salvaguardar el
sabor y aroma. La temperatura de servicio debe alcanzarse de manera
suave y para ello la mejor manera es sumergir la botella en una mezcla
de agua y hielo. Nunca, nunca, deben añadirse cubitos de hielo a la
copa.
El descorche
Se toma
la botella por el cuello, inclinandola con suavidad. Después de quitar
el bozal, se saca el corcho suavemente, en silencio, procurando mantener
en todo momento el control sobre la espuma.
El servicio
En
principio se hace una comprobación del buen aroma del contenido de la
botella. Se limpia el orificio con un paño y se degusta la primera
porción vertida. Se deja resbalar el cava con lentitud por el cristal de
la copa hasta su mitad, evitando sujetar la botella por el cuello y que
esta toque la copa.
Tiempo de conservación
Las
botellas que se encuentran a la venta tienen un proceso de elaboración
que dura entre 3 y 5 años, momento en el que han alcanzado su punto
óptimo para el consumo. A diferencia de otros vinos que mejoran con el
paso del tiempo, el cava puede consumirse en cuanto sale de la bodega.
Es esencial preservarlo de la luz, en el lugar más fresco y a
temperatura constante. Una buena sugerencia es mantener las botellas en
el interior de la caja.
A disfrutar!