El Té , tipos y consejos de preparacion

La costumbre de poner hojas de té en el agua hervida, se utilizo por primera vez en China el 250 antes de Cristo. Y llega a Europa por Holanda y no por Inglaterra, como todo el mundo cree. Todo un mundo de sabor lleno de matices que hacen de esta infusión, un arte.

Las variedades
Hay más de 500 variedades de té, pero todas derivan de dos: la que procede de china y la que procede de la India. A partir de ahí se produce cualquier té negro o té verde. En el primero se fermenta la hoja, mientras que en el segundo se corta la fermentación. Ambos mantienen las mismas propiedades estimulantes, digestivas y circulatorias, pero las propiedades anticancerígenas relacionadas con el té verde quedan eliminadas en el proceso de fermentación a que se ve sometido el té negro.

Té negro: se obtiene tras interrumpir la fermentación de la hoja con fuego. Es el que más aroma tiene. Favorece la circulación y ayuda a la no oxidación del colesterol bueno. Es el que toman los ingleses con leche o limón, y es el que más cafeína contiene.

Té verde o té japonés: una vez recogidas las hojas, se cuecen al vapor y se secan al fuego. Es bueno para las dietas por sus propiedades diuréticas. Beneficia a todo el sistema vascular cerebral, controla la presión sanguínea, refuerza el sistema inmunitario. Ayuda también a reducir el colesterol y protege contra la arteriosclerosis.

Té rojo: se encuentra entre el té negro y el té verde. Se obtiene tras secar la hoja durante ocho horas. Al secarse, la fermentación se detiene. Sirve para cuidar el corazón y previene el cáncer. Actúa como quema grasas naturales. Recomendado para dietas por su acción diurética.

Té blanco: se obtiene al recoger las yemas de las hojas de té antes de que abran y se dejan marchitar hasta que se secan. Su principal propiedad es la antioxidante.

Cantidades
Para una cantidad de agua de 20 cl. aproximadamente, utiliza una cucharilla de 2 a 3 gr de té para los tés negros, verdes, naturales o aromatizados. Doblar la cantidad para los tés blancos y los tés de Japón.

Temperatura del agua
Lo más importante es la temperatura del agua y el tiempo de infusión. Para la preparación de un té excelente, utiliza agua mineral para preservar la pureza o agua corriente pero asegurandonos que no tenga sabores particulares. El agua no debe hervir: cuando se pone en ebullición, las burbujas que salen hacen perder oxígeno a la infusión y pierde cuerpo. La temperatura ideal es 80-85 grados.

Donde servirlo 
Utilizar una tetera y las correspondientes tazas, para una optima degustación es preferible la utilizacion de una taza de porcelana. A la hora de prepararlo asegurarse que el interior de la tetera está perfectamente limpio, luego calientala llenándola con agua hirviendo que vaciarás con posterioridad.

Tiempo de infusión
Depende de la variedad.
Para el té verde oscila entre un minuto y cuatro minutos. Dependiendo si quieres un sabor suave y delicado el tiempo de reposo no deberá sobrepasar los tres minutos. Si deseas un té con todas las propiedades deja que repose máximo cuatro minutos pero tambien realzará el sabor..

Para el té negro no se debe pasar de tres minutos pero lo mínimo un minuto. Ten cuidado con pasarte del tiempo: la mayor parte de los tés se vuelven amargos si se hierven demasiado.

Para apreciar mejor los aromas y perfumes es preferible no añadir otros ingredientes, tales como leche o azucar...

Espero que la lectura haya sido de vuestro agrado.
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